Humor en el trabajo ¿Cuánto es realmente necesario?
Existe una línea delgada entre mantener una relación cordial con el humor necesario con los colaboradores y perder el respeto. Te compartimos estos tips para mantener la convivencia lo mejor posible.
1. Ser bromista y divertido es sinónimo de liderazgo
Sin embargo, procura no abusar de chistes que no aporten nada al equipo o que resulten ser contraproducentes dentro del contexto. Algo importante a cuidar es evitar no lastimar susceptibilidades en creencias, ideología, así como aspectos físicos del equipo de algún colega.
2. Genera empatía
Ser cercano y procurar al equipo forma parte del proceso de trabajo, el humor puede resultar un buen aliado para hacerlo a través de comentarios de interés mutuo. Dentro de puestos medios y bajos esta técnica resulta efectiva y pudiera ayudar para evitar el flujo o rotación de personal.
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3. Cuando no ser gracioso
Existen momentos en donde el humor no resulta ser un recurso auxiliar. Por ejemplo, cuando el equipo no cumple con algún objetivo, meta o propósito y es necesario acordar nuevos objetivos o tácticas para lograrlo. Bajo esas circunstancias la seriedad debe liderar para enfatizar la importancia de la obtención de resultados.
4. Observa al equipo
Al momento de realizar alguna broma o chiste observa las reacciones del grupo y mide el grado de aceptación, así sabrás si realmente les interesa, si se rien por compromiso o porque realmente les llama la atención.
5. Donde sí entra el humor
Al recordar situaciones pasadas que se presten como anécdotas, alguna conversación -que no ponga en evidencia a alguien del equipo- o en hechos, con un solo comentario se puede relajar el ambiente y mejorar la productividad de todos.